La franquicia española de la organización nihilista “Iglesia Católica” ha sacado una campaña que pagaremos entre todos y todas, como sucede con todo lo que hace esa organización. La campaña tiene dos ejes: uno explícito y otro implícito.
El explícito dice que los animales tienen derechos fundamentales que en los humanos no se respetan. En eso lleva toda la razón. Además del derecho animal a una sexualidad libre sin metomentodos hay un caso especialmente extremo que ilustra que los animales tienen derechos que el gobierno, como dice la organización, niega a los humanos. Si un animal contrae una enfermedad incurable que le provoca grandes sufrimientos y una vida que nadie quisiera para sí, sus seres queridos tienen derecho a llevarle a un profesional de la medicina para su especie y que se ponga fin al sufrimiento. Una decisión análoga con un ser humano es hoy ilegal. Ni siquiera con los humanos que libre y explícitamente son capaces de expresar su voluntad de no vivir un minuto más. Los perros y los gatos tienen derecho a la eutanasia (buena muerte); los seres humanos no tenemos derecho a evitar el dolor. ¡Gracias, Martínez Camino, por señalarlo!
El eje implícito es más curioso. La organización está iracunda porque una ley va a despenalizar el aborto en determinadas fases del embarazo. Esto es: cuando se aborte voluntariamente en las primeras semanas ni la mujer embarazada ni el equipo médico podrán ser llevados a la cárcel. Para un creyente debe de ser sorprendente: qué más da que no vayan a la cárcel si el castigo que les espera es un paso ad eternum por el sufrimiento infinito, el infierno. Quienes no creen que haya dioses justicieros que otorguen premios y castigos a los dueños y dueñas de cuerpos putrefactos, piensan que el mal hay que solventarlo en La Tierra. Los obispos tampoco se deben de fiar demasiado de que su dios castigue severamente a quienes participan en un aborto si exigen con tanto énfasis que sea el Estado el que lo castigue por si las moscas.
Van dando pasitos. La campaña que iniciaron ayer puede parecer a simple vista una monumental parida (lógicamente), pero es un primer paso para facilitar derechos a los humanos de los que hoy carecemos por las posturas arcaicas de la organización y va acercando a la Iglesia al entendimiento de que su reino o es de este mundo o no es.
NOTA: Veo que no soy el único en detectar derechos que tienen los animales de los que se nos priva a los humanos: Isaac Rosa también apunta hoy por ahí. Por fin la Iglesia tiende puentes hacia quienes estamos lejos de su redil.
Estoy tan indignada con esta vergonzosa, sediciosa y canallesca campaña que no me había percatado del fondo de la misma que tan bien señalas en tu artículo. Bueno al menos me has quitado el entrecejo que quedome viendo la susodicha campaña y me has devuelto la sonrisa. Gracias
Carmen ha escrito en su blog Dónde está mi coche… matarile, rile, rile…
ja ja ja muy bueno Hugo.
Hubo un tiempo con que la amenaza del infierno era suficiente. Ahora los Obispos -que en su intimidad saben que el infierno y Dios probablemente no existen- exigen castigos terrenales para los que se desvíen de sus principios arcaicos. Muy bien traído compañero.
rafa hortaleza ha escrito en su blog El Salvador votó izquierda: un saludo al comandante Logan
Información Bitacoras.com…
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Yo tengo una solución muy sencilla para el problema de esta nueva campaña de la Iglesia: si el Estado da dinero a la Iglesia Católica, lógico sería que pusiera condiciones de en qué va gastar ese dinero. Propongo directamente que el Estado elimine de la próxima partida a la Iglesia la cantidad que ahora la Iglesia se va a gastar en hacer propaganda contra la proposición de ley del Gobierno. Lo llaman religión pero es de dinero de lo único que entienden.
Si fuera el PP,… pero Zapatero lo único que hará es incrementar la pasta para la Iglesia y que puedan cubrir el coste de esta campaña.
Habal uno de sus curas sobre los derechos de los animales que no tienen los humanos: Frai Betto. del primer gobierno de Lula.
De la entrevista de Francesc Relea a Fray Betto. El País aparecida en el sup. dominical Oct. 5/03:
Pregunta:¿cree usted que en Cuba hay violaciones de derechos humanos?
Respuesta: Cuando hablamos de derechos humanos, nosotros estamos hablando del derecho a la alimentación, la salud, la educación… Desde ese punto de vista, ningún país de América Latina asegura tantos derechos al conjunto de su población como Cuba. En Brasil todavía estamos muy lejos de conquistas de derechos humanos, tenemos que conquistar derechos animales. El programa hambre cero es un ejemplo. Comer es cosa de animales. Un tercio de la población de mi país no tiene eso asegurado… (… …) como hombre de izquierdas, socialista y cristiano no quiero para el futuro de cuba, el presente de Haití o incluso el presente del noreste brasileño…
Pregunta: ¿Cuál es la sociedad de sus sueños?
Respuesta: No me importa el nombre. Me defino como socialista, porque además ya vivo en una microsociedad socialista que es la religiosa (.. …) Soy un socialista convencido porque creo que es inviable un mundo en el que cuatro ciudadanos norteamericanos – bill gates, warren buffet, lawrence ellison y paul allen- tienen una fortuna equivalente a la suma del p.i.b. de 42 naciones con 600 millones de habitantes. (La respuesta sigue unas frases más… )
Era en el 2003. Todavía no había norteamericanos viviendo en chabolas, como ahora empiezan a vivier los gringos pobres que no pueden pagar las hipotecas. Los cuatro millonarios majetes que cita frai betto también se han empobrecido. ¡Pobres!
Ultimolunes, dentro de la Iglesia Católica hay gente decente, honrada y generosa, sin duda. De hecho, siempre, en todas las épocas, los ha habido.
Pero la organización interna de la Iglesia asegura que esas personas jamás lleguen a ningún puesto de responsabilidad (hay alguna excepción, algún obispo sudamericano que ha dado muestras de humanidad, pero es imposible que llegue a más).
Aunque existan estas personas nobles, que se preocupan del bienestar de las personas, la mayoría de la Iglesia tiende al encastillamiento, la cerrazón en posiciones cada vez más dogmáticas (es decir, irracionales) y ultraconservadoras.
El cartel que presentaba Camino (vaya apellido, muy propio) es patético. Todo por no ir al fondo de la cuestión: la definición de ser humano. ¿Es un zigoto, un embrión o un feto un ser humano? ¿Por qué si hablamos de embriones, ponen un niño ario de año y medio?
Y si un embrión es un ser humano, si de verdad lo creen…¿Por qué no lo bautizan cuando hay un aborto espontáneo, tan frecuente en esas etapas del embarazo? ¿Por qué el Estado no le pone nombre y número de DNI a un embrión? ¿Acaso no es un ciudadano?
Reducción al absurdo. Ni el católico más furibundo se toma en serio que un embrión sea una persona (no posee los atributos que nos distinguen: razón y consciencia, cogito ergo sum).
Lo que quiere la Iglesia es perpetuar el rol tradicional de mujer-coneja atada al hogar, pariendo los hijos que Dios nos quiera dar. Una mujer que no tenga alcance a medios para planificar su maternidad es una mujer esclavizada a su útero. Jamás podrá trabajar o lograr una independencia económica, encadenando embarazos, lactancias y obligada a cuidar de su numerosa prole. Y, por supuesto, tampoco podrá tener una vida sexual plena, desligada de la concepción. Sus pecados serán rápidamente puestos al descubierto y sufrirá el rechazo de los que, cínicamente, le niegan el uso a anticonceptivos y el recurso al aborto.
Símplemente, la mujer no tiene otra opción en el mundo cristiano (e islámico, y judio) que el de ser una esposa fiel y sumisa o una virgen al servicio de Dios.
El verdadero objeto de la campaña de la Iglesia contra el aborto, igual que contra los anticonceptivos o el divorcio, es perpetuar la sociedad patriarcal, el sometimiento de la mujer. Así, la sociedad podrá ser el reflejo de la Iglesia: dirigida por hombres. Ése es el modelo de sociedad de las religiones Abrahámicas (las tres iguales, las tres la misma mierda).
Y la verdad, por mucho que miro mi polla (preciosa, por cierto) no veo salir de ella ninguna idea genial que justifique la diferencia.
Mendigo ha escrito en su blog El mundo del futuro