El Estado pagará la mitad de la visita del Papa Benito en 2011. Costará 50 millones de euros: la otra mitad la pagará la Iglesia con el dinero que le regala el Estado, supongo. A cambio de tanta generosidad con ese dinero que tanta falta hace en plena crisis, Rouco Varela promete ser más tibio en su ofensiva reaccionaria.

Esto no es una toma de decisión en una democracia laica, sino un intercambio de favores entre lobbies de poder. Mentras juegan con el dinero de todos y con las creencias de algunos (los católicos y los votantes del PSOE), que no son más avales en la negociación del chanchullo.

Por cierto, ¿50 millones de euros? ¿Es que sigue organizándolo el Bigotes? ¿O es otro?