Llevo veinte años militando por la emancipación del pueblo de Madrid. En el movimiento estudiantil, en el vecinal… y también en el movimiento político. Ya conté a principio de febrero mi voluntad de seguir luchando por lo que siempre y dar un paso adelante. Esta vez por fin, podemos conquistar los objetivos por los que siempre luché y ello me hacía moverme: «Como me quedo donde siempre, me tengo que mover«, escribía en aquél artículo, Me quedo, en el que explicaba que me iba de IU-CM.

Las últimas semanas han sido exitosamente frenéticas en los ámbitos que quieren romper con demasiados años (siempre son demasiados) de caciquismo, corrupción y ruina para los madrileños perpetrados por una trama de intereses que ha saqueado la Comunidad de Madrid y sus ayuntamientos. Apostábamos y apostamos por la unidad popular para disputar las instituciones y ponerlas al servicio del pueblo de Madrid.

En la ciudad de Madrid ello se ha concretado en la candidatura Ahora Madrid.

La complejidad de la política madrileña (¿por qué hay gente que ve Gran Hermano VIP pudiendo simplemente seguir la política madrileña?) ha llevado a un resultado feliz que clarifica mucho el rupturismo en Madrid: mientras el PP demuestra su colapso y el agotamiento de su proyecto, quienes no quieren compadrear con él ni mantener una cultura política que ha colapsado han apostado por Ahora Madrid. Quienes en el mejor de los casos han sido reiteradamente impotentes combatiendo al PP han optado por un inmovilismo combativo. Todo el rupturismo y nada más que el rupturismo estará en Ahora Madrid: son todos los que están y están todos los que son, algo muy de agradecer. Durante unos días será la gente la que en primarias elabore la candidatura de Ahora Madrid. Ello no supone enfrentamiento alguno: las diversas candidaturas internas parten de un claro compromiso unitario y el pluralismo leal no supone ningún tipo de conflicto interno (más allá de conflictos burocráticos que bajo ningún concepto deben importar a Ahora Madrid un ruido que le es extraño): desde la diversidad todos estamos por lo mismo, por arrebatar Madrid a esa cultura mafiosa.

En muchos ayuntamientos de la Comunidad se están consiguiendo candidaturas de unidad popular en las que de nuevo los actores rupturistas se encuentran para poner sus municipios al servicio de sus ciudadanos. Es un escenario inédito que puede hacer de Madrid una avanzadilla del cambio político que en noviembre permitirá arrebatar el país a quienes sólo lo quieren para saquearlo.

En la Comunidad de Madrid no sabría decir si la situación es mucho más sencilla o mucho más compleja. Quienes dimos el paso adelante y otros importantes actores (como Equo) nos encontramos en Convocatoria Por Madrid con el ánimo de fraguar en la Comunidad de Madrid una candidatura unitaria del cambio. El reto era aún más difícil que en los municipios. Sin embargo creo que lo conseguimos. En el encuentro de diversos actores del cambio en Madrid hubo un punto de encuentro (diferente, obviamente, de la posición de partida) que ha permitido que en la candidatura autonómica de Podemos nos encontremos compañeras y compañeros de Podemos y también otros que tenemos clara la necesidad de unidad y de diversidad de actores por el cambio, algo que creo que nos beneficiará a todos: en primer lugar al pueblo de Madrid, en segundo lugar a cada uno de los actores de cambio, incluido el propio Podemos.

Con mayor o menor fortuna intenté explicar nuestros pasos y apuestas en esta entrevista que me hicieron en Público.es.

Decía que llevo veinte años de militancia política y social. En esos veinte años he estado liberado dos meses (en la campaña electoral de 2011 a razón de 1.000 euros al mes) y el mayor compromiso institucional que he tenido fue ser vocal de la Junta Municipal de Chamberí dos años (donando la remuneración a IU, mi organización política, para con ese dinero alquilar el local, La Tercera, que pusimos al servicio del barrio). Todo el mundo pensaba que me iba a alejar de la posibilidad de estar en un cargo institucional como hasta ahora. Y sin embargo decidí ponerme a disposición del cambio.

Del mismo modo que el colapso de la cultura caciquil del saqueo exige pasos colectivos audaces e ilusionados para conseguir el cambio, consideré que individualmente esta vez no podía rechazar asumir los compromisos para los que la gente considerara que podía ser útil. Y así, se me propuso para formar parte de la candidatura Madrid por el cambio, una candidatura unitaria en la que nos encontramos una representación de la diversidad de los actores rupturistas de Madrid, incluida la diversidad con la que cuenta Podemos. Es un evidente honor e intentaré estar a la altura.

En estos días he conocido a las personas que componen la candidatura. A alguna gente ya la conocía: de hecho una feliz coincidencia es que cinco de los cuarenta que componemos la lista hemos formado parte de la misma asociación universitaria, alguna gente nos conocemos de diversos ámbitos, a otra gente no la conocía personalmente pero la respetaba y admiraba por su trayectoria comprometida; con mucha otra gente no había coincidido jamás pero en estos días han dejado claro lo mucho que tienen que aportar. Del dúo que encabeza la candidatura, a Lorena Ruiz Huerta la conozco de hace muchos años: nos conocimos hace casi veinte años por amigos comunes, nos seguimos viendo por ser dos de las personas que compartimos en los 90 asociación de estudiantes e incluso resulta ser ahijada de uno de los amigos con los que más disfruto charlando de lo divino, de lo humano y sobre todo de lo literario; casualidades de la vida. En cambio a José Manuel López, quien espero que sea el inminente presidente de la Comunidad de Madrid, no lo conocía. Pronto me hablaron muy bien de él y en estos días he constatado su cercanía, su rigor, su conocimiento de la Comunidad de Madrid, su receptividad y su voluntad de ganar la Comunidad de Madrid y por tanto de lanzar una candidatura con propuestas rigurosas y realizables para gobernar Madrid al servicio de los madrileños.

Aquí me tenéis en medio de tan estupendos actores por el cambio en Madrid.

Doy un paso y me convierto en «candidato a candidato» (en este momento formo parte de una candidatura de primarias que la gente ordenará con su voto y conjugarán con la mucha gente que también participan en las primarias sin formar parte de esa lista): entre el 25 y el 29 de marzo podrá participar toda aquella persona de Madrid que se inscriba en la web de Podemos. Personalmente supone ilusión y nudos en el estómago. Espero que políticamente esta candidatura sea un instrumento útil para el cambio, para recuperar Madrid para su gente y que la época de los caciques y los ladrones sea enterrada y ponga nuestra inmensa riqueza popular, cultural, económica y de todo tipo al servicio de una vida mejor y más justa para la inmensa mayoría de Madrid.