4.2 Delitos de prevaricaciónHace ya casi dos años decía que Ignacio González debía dimitir. Se supo entonces que el campo de golf con el que la Comunidad de Madrid (que Ignacio González vicepreside) y el Canal de Isabel II (que Ignacio González dirige en persona) destrozaron el distrito de Chamberí tenía más razones de ser que el mero destrozo: Ignacio González había adjudicado las concesiones a empresas familiares, con lo que su cuñado y su hermano sacarían tajada del horror golfo en Chamberí.

El tinglado que entonces sacó a la luz la revista Tiempo debe de estar colocado en los capítulos 3, 3.1, 3.1.1, 3.2, 3.2.1 y 3.2.2 a juzgar por el interesantísimo índice que mostró ayer Público del dosier González. Son doce páginas de un dossier de 69 páginas que Mariano Rajoy, que sólo lee el Marca, no quiso leer, no fuera a tener que provocar la salida de algún corrupto de su partido.

Hoy, Manuel Rico, en Público cuenta con cierto detalle que el campo de golf de Chamberí es una de las concesiones que ha dado el número ¿dos? de la Comunidad de Madrid, Ignacio González y cuya honradez (la de la concesión) es más que sospechosa. Pero es sólo una de ellas: hay al menos otras cuatro concesiones sorprendentemente adecuadas.

El best-seller que podría llegar a ser este dosier tiene capítulos tan magníficos como «4.2 Delitos de prevaricación» y «4.3 Otras demandas«. Podemos estar seguros de que iremos sabiendo más y más sobre las andanzas financieras de Ignacio González, por lo que haría un enorme favor a su lideresa quitándose de enmedio siquiera para que un testaferro ocupe su puesto en el Consejo de Administración de la Comunidad de Madrid.

Ignacio González personifica la podredumbre ética de una Comunidad de MadrRajoy en el Marca, como todo buen españolid que va de tamayazo en ladrillazo, del control de medios de comunicación a la lucha por el control personal de Caja Madrid y en las que la ciudadanía es una mera decoración de las inauguraciones con las que la presidenta y el alcalde engañan en Telemadrid. Probablemente Ignacio González no sea lo peor que está ocurriendo en Madrid, sino, simplemente, el más claro ejemplo del tipo de política que se ha instalado en Madrid y que nadie está sabiendo combatir con la energía necesaria.

Hasta hace unos días, algunos nos quejábamos de que el Equipo E no nos espiara: nos sentíamos ninguneados después de tantos años escuchando a nuestras madres decirnos lo importantes que somos. Ahora ha llegado el alivio: no es que seamos unos donnadies, como yo mismo empezaba a sospechar; es sólo que el Equipo E no tendría qué poner en el capítulo 4.2.

Al espiar a González sí pudieron rellenar ese capítulo. Váyase.