Leo en Público y en Tercera Infromación que probablemente Jaume D’Urgell vaya a entrar en prisión por haber sustituido la bandera monárquica por una bandera republicana en el curso de una manifestación. Fue juzgado y condenado por ultraje a España, como si la bandera republicana no fuera una bandera española que no sólo no supone ultraje alguno, sino que endulza nuestra amarga Historia.

En su momento, la persecución por parte de jueces y fiscales de Jaume suscitó el apoyo de ciudadanos y dirigentes políticos de todos los partidos de izquierdas . No podía ser menos:  son la izquierda que defiende la libertad de expresión cualquiera que sea el origen partidario de quienes la quieran ejercer. Cuando la defendemos para los ciudadanos vascos no faltan quienes nos acusan de proetarras, pero son los acusantes quienes tienen el problema, no quienes defendemos la libertad de expresión. A veces incluso defendemos la libertad de expresión de quienes nos atacan por defender la de otros.

Muchas cosas han cambiado desde entonces, sin duda. Pero no los principios de quienes veíamos intolerable que se persiguiese a Jaume D’Urgell por esta chorrada antes y lo seguimos viendo ahora. Nuestros principios no han cambiado, porque eso nunca cambia.