Leo en Público que la Generalitat de Catalunya exige al chiringuito radiofónico de la extrema derecha (la cadena de Losantos, que le regaló Esperanza Aguirre) que deje de emitir ilegalmente. Al parecer la emisora pirata es una de las 70 frecuencias de radio y televisión que están emitiendo sin licencia y que por tanto interfieren en la señal de emisoras legales o impiden la creación de nuevas cadenas por la vía de los hechos. Hace unos años la Comunidad de Madrid cerró 21 canales de televisión y 33 emisoras de radio por lo mismo. Nadie piensa que Catalunya ni Madrid sean dictaduras por ello. El mismo criterio deberíamos seguir con Venezuela, que cerró 34 emisoras de radio y un canal de televisión que no tenían licencia o no habían querido tramitar la renovación de la que tenían.

Sólo la manipulación torticera identificaría estos cierres con la acción de dictadores. Quien hiciera esa identificación no sólo estaría mintiendo, sino que estaría frivolizando consiguiendo extender la calificación de dictadura a todo, con lo que las verdaderas dictaduras dejarían de ser algo tan grave. En una dictadura se cierran los medios por sus discrepancias, por pedir la democracia, por denunciar los excesos del poder sin que importe si hay o no licencias en vigor. Para que nos entendamos: así actúa una dictadura con los medios que le son hostiles:

Es lo que sucedió ayer en Radio Globo Honduras, uno de los pocos medios de comunicación que se oponía al golpe de estado. Durante las primeras semanas del golpe, Micheletti y los suyos intentaron revestir el golpe de un mero cambio de gobierno de acuerdo con la legalidad y manteniendo una democracia que caminaba hacia las elecciones de noviembre. Desde la llegada de Zelaya a Honduras, los golpistas han necesitado quitarse un disfraz tan ortopédico y ya muestran su auténtica cara dictatorial.

Han suspendido los derechos civiles por decreto, han procedido al cierre de la principal emisora democrática, han gaseado la embajada de Brasil, reprimen las manifestaciones que piden el restablecimiento de Zelaya hasta acabar asesinando a algunos manifestantes, adelantan o atrasan el toque de queda en función de las manifestaciones previstas,… Eso es una dictadura y es lo que apoyan los Vargas Llosa, los Aznar, los Jiménez Losantos.

En esas bocas las palabras democracia y dictadura no tienen ningún contenido.